¡A hablar se ha dicho!
El uso del lenguaje es el promotor de cambios y desarrollos en las estructuras y mecanismos de la cognición de los niños. ¿Cuándo aparece el balbuceo y cuándo las primeras palabras? Acá te lo contamos.
Entre el nacimiento y los seis años, el lenguaje juega un rol importantísimo al llevar a los pequeños hacia nuevos niveles de operaciones cognitivas en la memoria, el procesamiento de narrativas, la formación de conceptos y categorías, y la comprensión de las intenciones de los otros.
El niño va atravesando diferentes momentos en la adquisición y uso del lenguaje, si bien éstos pueden variar de un niño a otro, existen etapas que suelen ser comunes a todos.
1° mes
El bebé muestra gran atención a los sonidos mostrando reducción general de la actividad. Salvo por el llanto y ruidos guturales, casi no efectúa articulación alguna.
4 meses
Ya ríe y hace gorgoritos, emite murmullos y balbucea. También gira la cabeza al escuchar ruidos familiares y presta significativa atención a la voz humana.
7 meses
En este momento chilla y practica diferentes sonidos con la boca, emite vocales, consonantes y hasta sílabas y diptongos. Está casi listo para la emisión doble de mu, ma, da... Los tonos e inflexiones de la voz le interesan más que las palabras y se da cuenta de los sonidos que emite y disfruta de los mismos.
10 meses
Posee mayor destreza en labios, lengua y la musculatura de la masticación y deglución, que combinadas con su facultad imitativa, favorecen la vocalización articulada.
Ahora tiende a imitar el lenguaje no verbal (ademanes, gestos y sonidos), puede imitar algunos sonidos (tos, chasquidos de lengua, etc.) y responde a su nombre. Ya entiende el NO y ya posee una o dos palabras (Ejemplo: agua, mamá).
1 año
El bebé muestra un alto grado de reciprocidad social: escucha las palabras con más atención y repite palabras familiares bajo la influencia de la repetición e imitación. Además de papá/mamá agrega dos o tres palabras más a su vocabulario. También es el momento donde comienza a almacenar palabras que aún no puede pronunciar para utilizarlas más tarde en el contexto adecuado.
1 año y medio
Ya posee un vocabulario de aproximadamente 10 palabras bien definidas y usa palabras junto con ademanes, señala e intenta hacerse entender. A nivel preverbal, ya ha pasado por la “jerga verbal” que sólo los padres comprenden. Ahora responde a órdenes sencillas y reconoce muchos objetos que es incapaz de nombrar.
2 años
En esta etapa el niño se vuelve ansioso frente a la posibilidad de comunicación y tiende a mezclar jerga verbal con palabras. Predominan los nombres de cosas, personas, acciones y situaciones que nombra en forma constante y se siente inclinado a llamarse a sí mismo por su nombre. El soliloquio se ha convertido en canto, le gustan las canciones y disfruta de las mismas. Comienza a captar el doble valor de los pronombres según quién sea el que lo use: yo/tú, mío/tuyo. En este momento ya combina 3 o 4 palabras a manera de oraciones, formula juicios negativos: “una cuchara no es un tenedor” y puede manifestar pedidos simples.
3 años
Las palabras se convierten en instrumentos para designar conceptos, ideas y relaciones. El vocabulario aumenta rápidamente, llegando a tener alrededor de 1000 palabras, utilizadas en variadas formas (soliloquio, juego dramático, cantos improvisados). Ya aprende a escuchar y escucha para aprender.
4 años
Hace preguntas constantemente, con lo que va practicando la mecánica del lenguaje. Pregunta ¿por qué? y ¿cómo?, aunque las respuestas no le interesan demasiado. Le gustan los trabalenguas y puede sostener largas y complicadas conversaciones mezclando ficción y realidad. También efectúa comentarios sin que nadie se los pida
5 años
El lenguaje ya está completo en estructura y forma. Se expresa con frases correctas y terminadas.
El diálogo tiene un papel preponderante y disfruta del mismo. Sus respuestas se ajustan a lo que se le pregunta y posee coherencia al armar oraciones.
Cuando realiza una pregunta, lo hace para informarse. Tiene verdaderos deseos de saber ¿para qué sirve?, ¿de qué está hecho? Y ¿cómo funciona? A esta altura sus definiciones están hechas en función utilitaria: el tenedor es para comer, pudiendo también aislar una palabra y preguntar su significado, aumentando su vocabulario y utilización adecuada del mismo. Ya piensa antes de hablar y le gusta que le lean en voz alta.
6 años
Se prepara para la lectura y la escritura o ya ha iniciado el proceso de lecto escritura. Puede mantener largas conversaciones. ¿Su nueva hazaña? Aprender el empleo de símbolos en la lectura, la escritura y la aritmética. Posee más de 2.500 palabras y comete errores en la lectura y escritura.
María Flavia Duca
Psicopedagoga N° Registro 25140154